Con el estreno de Coppola, el representante, la serie que cuenta la vida del hombre que estuvo al lado de Diego Maradona, una de las primeras polémicas que se generó fue alrededor de Alejandra Pradón. Según cuenta la ficción, la exvedette fue amante del exfutbolista y en aquel entonces se montó un operativo para desviar aquella versión asegurando que en verdad estaba en pareja con el empresario.
Lo que se escribirá en las próximas líneas es un alerta spoiler sobre las imágenes que muestran en la serie que se emite por Star+: cuando en 1994 la prensa suelta rumores de que Maradona tiene un affaire con Pradón, Guillermo Coppola intenta desarticularlos aduciendo que en verdad es él quien mantiene el vínculo con la vedette que por ese entonces encabezaba la calle Corrientes. Por caso, el empresario estaba casado. Y luego de una entrevista televisiva que dio en el living de Susana Giménez, su esposa le pidió el divorcio porque no le había gustado cómo se había gestado todo. “Lo hice por Diego”, intentó explicarle el representante a su amada dejando entrever que esa farsa era para que los medios no alimentaran las versiones de romance entre la artista y El Diez.
Luego de haber organizado una comida en un exclusivo restaurante de Buenos Aires, a la que convocaron a la prensa para que retrataran las imágenes de la pareja, la producción de Susana Giménez los invitó al programa para contar su historia de amor. Algo que sucedió de verdad y que en la ficción recrearon tal cual. Incluso con la similitud en los looks que utilizó cada uno en aquel envío. En la serie, Juan Minujín interpreta a Coppola, mientras que Adabel Guerrero se puso en la piel de Pradón.
Primero, fue un bloque con un mano a mano de Guillermo Coppola y Susana Giménez. Luego, la conductora anunció que había una sorpresa e invitó a pasar a Alejandra Pradón. “¿Se conocen?”, bromeó la diva. Y la vedette le siguió el juego: “¡Qué buen mozo!. ¿Me lo presentás?”. Ambos se saludaron con un beso en la mejilla y comenzó la entrevista.