En 2024, la deuda nacional de Estados Unidos alcanzó un nivel histórico y preocupante de más de 36 billones de dólares, lo que ha llevado a figuras prominentes como Elon Musk a emitir duras advertencias sobre el futuro económico del país. El CEO de Tesla advirtió recientemente en su plataforma X que la nación podría dirigirse hacia la bancarrota “superrápido”. Esta declaración generó un intenso debate público sobre la sostenibilidad fiscal del país y las medidas necesarias para evitar una crisis económica de gran magnitud, señaló Forbes.
El temor expresado por Musk tiene su fundamento en los desbalances presupuestarios de los últimos años. Según datos recientes, el gobierno estadounidense gastó aproximadamente 6,16 billones de dólares en 2023, mientras que sus ingresos se limitaron a 4,47 billones, una brecha que, de no corregirse, podría aumentar exponencialmente la deuda, explicó Times.
Musk subrayó la urgencia de abordar esta problemática, afirmando que el rumbo actual del gasto desmedido amenaza con llevar a Estados Unidos hacia un punto crítico económico en el futuro cercano.
Las deudas de Estados Unidos
Times señaló que el crecimiento de la deuda nacional en el país no es un fenómeno reciente, pero su ritmo se aceleró significativamente en las últimas décadas. A inicios del siglo XXI, la deuda ascendía a 5,7 billones de dólares, pero este monto se multiplicó varias veces, alcanzando los 36 billones en 2024, según cifras oficiales. Este aumento fue impulsado por una combinación de factores económicos, políticos y sociales que han marcado la historia reciente del país.
Uno de los momentos clave en esta escalada fue la crisis financiera de 2008, que obligó al gobierno a implementar rescates bancarios y estímulos económicos para evitar un colapso sistémico. Sin embargo, el endeudamiento alcanzó niveles sin precedentes tras la pandemia de COVID-19, cuando los paquetes de estímulo y los gastos en medidas sanitarias agregaron cerca de 16 billones de dólares al total en pocos años.
Actualmente, más del 70% de la deuda nacional está en manos del público, mientras que el resto pertenece principalmente a entidades extranjeras, como China y Japón, dos de los mayores acreedores internacionales de Estados Unidos. Este panorama plantea serios desafíos a la estabilidad económica, ya que un nivel tan alto de deuda podría dificultar la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis, al tiempo que aumenta el riesgo de inflación y tasas de interés más elevadas.
Con esta historia de endeudamiento como telón de fondo, las advertencias de Elon Musk sobre una posible bancarrota adquieren mayor relevancia. A medida que los líderes económicos buscan soluciones viables, el debate en torno al gasto público y la sostenibilidad fiscal se intensifica.