River quiere incorporar a un delantero. En su plantel hoy tiene solo a Miguel Borja, Facundo Colidio y al juvenil de 18 años Agustín Ruberto. Pablo Solari, en vidriera en el mercado europeo y postulado como el jugador “vendible”, e Ian Subiabre, otra promesa de apenas 17 años, pueden servir de extremos o acompañantes en ofensiva. Con la Copa Libertadores y el campeonato local -en ese orden- como propósitos en el semestre, el equipo de Martín Demichelis necesita robustecer sus variables de ataque. Lo saben el técnico, la dirigencia, los hinchas.
Desde Italia circula una información que nunca había crecido más que como un rumor tímido, solapado. Volvió a sonar un nombre que suele aparecer en las carpetas de la secretaría técnica del club: es Joaquín Correa, tucumano oriundo de Juan Bautista Alberdi de 29 años, surgido en Estudiantes de La Plata, con recorrido por la Selección y presente en el Inter de Milán, actual campeón del Calcio. La noticia que difundió la Gazzetta sugiere el despliegue de no una sino dos transferencias paralelas e independientes aunque con los mismos interlocutores en el mismo espacio tiempo: River quiere hoy tener a Correa, Inter quiere hoy desprenderse de Correa; River habría iniciado gestiones por Franco Carboni, Inter está dispuesto a ceder también a Franco Carboni.
Los dos futbolistas son argentinos y forman parte de la nómina del Inter. Ambos tienen la misma situación contractual con el club italiano: deben regresar de sus préstamos y buscar nuevos destinos porque no integran el proyecto del plantel que dirige Simone Inzaghi. Las negociaciones parecen recién tomar vuelo. Lo que River necesita incorporar es de lo que Inter precisa liberarse. “Mientras la directiva evalúa los caminos que pueden conducir a los últimos injertos, no hay que subestimar la importancia de las operaciones de salida, que a menudo actúan como lubricante de todo el mecanismo de las negociaciones veraniegas. En Viale della Liberazione, de momento, hay un interlocutor en particular con el que hablarían encantados: River Plate”, dice la nota del medio italiano.
River, lo dicho, necesita un delantero. Las negociaciones por Adam Bareiro parecen haberse diluido. Por eso aflora el nombre de Joaquín Correa, quien inició su carrera en Estudiantes de La Plata como un mediapunta recostado sobre las bandas pero su trayectoria lo fue acercando cada vez más al corazón del área, hasta consolidarse como un delantero capaz de ser útil en todo el frente de ataque. En términos comparativos, es más similar a Colidio que a Borja. Pero River también está interesado en reforzar su lateral izquierdo: los dos que tiene en el plantel -Enzo Díaz y Milton Casco- no cumplieron un gran semestre. En ese escenario es en donde aparece como alternativa posible Franco Carboni, hijo del ex futbolista Ezequiel Carboni y hermano de Valentín, hoy el futbolista más joven en integrar el plantel argentino en la Copa América, y cuyo nombre también sonó en River antes de que se concretara su cesión del Inter al Monza.
Correa tiene 29 años y viene de jugar una temporada a préstamo en el Olympique de Marsella. No marcó goles, jugó solo doce partidos de los treinta y dos posibles de la Ligue One, y la mitad de los catorce partidos que disputó el club francés en la Europa League. Una lesión en el tobillo derecho lo tuvo dos meses sin jugar. Cuando regrese de sus vacaciones, deberá volver a buscar club.
Y el tucumano ya mostró indicios de que River no le desagrada. Lo hizo en su presentación en Olympique, donde realizó una confesión sugerente. “Estoy súper feliz de estar en Francia. En Argentina tenemos muchos jugadores que jugaron en Francia, como Enzo Francescoli en el Olympique de Marsella. Mis padres hablaban mucho conmigo y me mostraban videos suyos. Tuvo una experiencia acá aunque sólo de una temporada. Es un jugador que me gusta mucho, un modelo a seguir”, valoró en referencia al actual manager del club de Núñez.