Boca Juniors y Gimnasia se enfrentarán por el pase a las semifinales de la Copa Argentina, en vivo: hora, TV y formaciones

Vélez espera por Boca o Gimnasia

El equipo de Gustavo Quinteros, que marcha como líder de la Liga Profesional, también está entre los mejores cuatro de la Copa Argentina. Tras su victoria ante Independiente, esperará por el Xeneize o el Lobo para enfrentar por el pase a la final. La otra semi la protagonizarán Huracán y Central Córdoba.

Una goleada imborrable, el único de Diego y el escándalo de 2006: los cruces más recordados entre Boca y Gimnasia

En la previa del choque por Copa Argentina, un repaso por los enfrentamientos entre el Xeneize y el Lobo que quedaron en el recuerdo

Estaba todo dado para que sea la fiesta de uno y terminó siendo la del otro. Un domingo que va a quedar en el recuerdo: 5 de mayo de 1996. Boca volvía a hacer de local en su estadio luego de cinco meses y la Bombonera mostraba una cara diferente. Los viejos palcos ya eran un recuerdo. Ahora lucía unos modernos, como antesala de las reformas que anhelaba Mauricio Macri, el nobel presidente del club. El equipo, conducido por Carlos Salvador Bilardo, no lograba continuidad, alternando actuaciones alentadoras con otras decepcionantes. Para ese día, Diego Armando Maradona no iba a estar disponible por una lesión, pero si otras figuras renombradas como Claudio Caniggia, Juan Sebastián Verón, Carlos Navarro Montoya, Carlos Mac Allister y José Basualdo. Enfrente, el Gimnasia de Carlos Timoteo Griguol, que estaba prendido en la lucha por el título con un cuadro sólido y efectivo. Todo lo que había soñado Boca, se lo llevó el Lobo, en la tarde consagratoria de un delantero rápido y certero, que un año más tarde pasaría a vestir la azul y oro, hasta convertirse en uno de sus máximos ídolos: Guillermo Barros Schelotto. Convirtió tres goles, todos en el primer tiempo, y fue una pesadilla para el fondo Xeneize. El 6-0 se recordará por siempre. Fue lapidario y tuvo como condimento, un tanto anotado por el Alberto José Márcico de penal. El Beto había emigrado al asumir Bilardo como entrenador, por antiguas e irreconciliables diferencias. Encontró un nuevo lugar en el mundo en Gimnasia, de la mano de su viejo maestro Timoteo. No gritó el gol, por respeto a la gente de Boca. Fue el quinto. Antes también había señalado Albornoz y la cuenta la cerró Mario Saccone.

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