A sus 21 años, Franco Colapinto atraviesa el mejor momento de su carrera, al ser piloto de Williams hasta el final de la presente temporada de la Fórmula 1. Este viernes, el argentino dará inicio a sus primeros giros en el Autódromo Hermanos Rodríguez, lugar central del Gran Premio de México, pero antes del comienzo de las dos prácticas libres de la jornada brindó una entrevista con ESPN en la que se refirió a su pasión desconocida fuera del paddock y a distintos momentos de su vida.
El hombre que inició su periplo en la Máxima a partir de Monza confesó una actividad que realiza continuamente cuando regresa a su país natal, en charla con el periodista Juan Fossaroli. “Me encanta andar a caballo. Siempre que vuelvo a Argentina en verano ando mucho a caballo. Eso lo disfruto un montón. Te desconecta un poco, salís de la ciudad, de Buenos Aires y te vas al campo unos días, está muy bueno. ¿Si monto bien? Sí, ando bien, anduve de muy chico también”, declaró Colapinto.
Vale recordar que su padre, Aníbal, le cuidaba esos animales al abuelo de Franco, Leónidas, quien intentó persuadir a su hijo para que se alejara de los deportes de ruedas y se concentre en ese trabajo. Así lo contó el propio Aníbal tiempo atrás en charla con Infobae: “No quería saber nada con las motos. Mi viejo no me apoyó y quería que sea petiso para ser jockey porque le gustaban los ‘burros’”.
Franco Colapinto se mostró distendido en cada momento del diálogo, en el cual se combinó su voz con una serie de fotografías que le iban despertando diferentes recuerdos, como un accidente sufrido en karting: “No se pueden mostrar estas cosas. Pero, sabés, eso fue en el primer mundial que corrí. Ahí me rompí una costilla, tuve una hernia de disco y no podía respirar en el karting porque las butacas son muy duras. Me tuvieron que hacer algo especial, no sé qué me hicieron”.