El secretario de Seguridad Pública de Santa Fe, Omar Pereira, dijo hoy lunes que Mauricio “Caníbal” Laferrara -el jefe de sicarios de la banda del capo narco Esteban Lindor Alvarado condenado a prisión perpetua que fue recapturado el viernes pasado en la localidad de Pueblo Andino tras fugarse del penal de Devoto en octubre pasado-, iba a buscar “vengarse” del gobernador Maximiliano Pullaro. En sintonía con esas declaraciones, el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni dijo el pasado sábado que el pistolero planeaba “un crimen de alto impacto político” ya agregó que una hipótesis era que planificaba atacar al mandatario provincial.
“A partir del 10 de diciembre que el gobernador se hizo cargo, fue nuestro objetivo, dada su peligrosidad. Tiene más de seis homicidios, participación en hechos resonantes. Fue detenido en la gestión de Pullaro como ministro. Tanto Alvarado como Laferrara tenían entre sus objetivos mantener sus negocios activos y la venganza, que era seguramente contra el gobernador”, comentó Pereira en una conferencia de prensa realizada en la sede de Gobernación.
Para el funcionario provincial, no hay constancia de que “Caníbal” haya estado activo en algún ataque cometido en el último tiempo. “Seguíamos sus pasos. Que estuviera oculto, de alguna manera, impidió que tenga presencia activa en algún hecho. Pero tarde o temprano lo iba a lograr”, aseguró.
Por su parte, el secretario de Análisis de Gestión de la Información del Ministerio de Seguridad, Esteban Santantino, enfatizó este lunes en Canal 3 que la fuga de Laferrara del penal de Devoto, ocurrida en octubre del año pasado, fue “antes de que Pullaro asumiera”. “La información que teníamos lo situaba dentro de Santa Fe. Fue capturado en un entorno familiar. Hay dos personas más detenidas con él, que están a disposición de la Justicia federal por encubrimiento. Llamó la atención que cometa una serie de errores una persona tan experimentada, como mostrarse, salir del domicilio”, amplió.
“Como dicta el sentido común, esperamos que se refuercen los resguardos de esta persona”, señaló.
El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, en una entrevista que brindó el pasado sábado en Radio 2, expresó que una hipótesis que barajaba el gobierno provincial era que Laferrara tenía a su cargo planear “un crimen de alto impacto político”. Consultado sobre si se trataba de un ataque contra Pullaro, respondió que era una de las líneas de investigación al respecto.
El sicario cayó el viernes último en un operativo llevado adelante entre la Tropa de Operaciones Especiales y la Policía Federal en una casa en la que se secuestraron dos pistolas, calibre .40 y 9 milímetros, municiones, celulares y un GPS con imán que se suele usar para adherir a un vehículo para hacerle seguimiento.
“Sabíamos por dónde se movía, pero no podíamos confirmar su presencia debido a que se refugiaba en propiedades ubicadas en zonas descampadas con ingresos alejados”, explicaron fuentes del caso a Infobae.