Alcanzó con la primer ola de frío para dejar al sistema energético al borde del colapso. El Enargas declaró la pre emergencia del sector gasífero y cortó el suministro de contratos interrumpibles a estaciones de servicio e industria, para priorizar el consumo de hogares y comercios. Ante la urgencia por garantizar el abastecimiento, Enarsa compró un cargamento de 44 millones de M3 de Gas Natural Licuado (GNL) en forma directa, sin licitación pública, a Petrobras. Lo que está haciendo la petrolera brasileña es revendiendo el producto a Enarsa
No hay antecedentes de una compra directa de Enarsa a un proveedor de GNL dado que, al ser una empresa estatal, la compañía pública se ve obligada a realizar licitaciones internacionales que habiliten la participación de distintos oferentes.
La estatal de energía argentina pagó USD 13 millón de BTU, un valor que más que triplica el precio del gas de Vaca Muerta que se comercializa en USD 4 millón de BTU.
Cuando todavía no se conocía la información de la contratación directa para que Petrobras le reevenda a la Argentina un cargamento de GNL importado, este medio anticipó un posible caso de conflicto de intereses. El vicepresidente de Enarsa, el chileno Rigoberto Mejía Avena fue director de la petrolera brasileña. Además este funcionario estuvo en el ojo de la tormenta cuando en 2019 durante el gobierno de Macri, un grupo de diputados denunciaron a las autoridades de la estatal de energía por la venta a precio vil de las centrales termoeléctricas.
Este funcionario esta siendo investigado por el memorandum firmado con la brasileña Petrobras hace menos de un mes, conocido como Swap de barcos de GNL a cambio de gas que se importa de Bolivia. Se trata de una operación anunciada oficialmente pero que aún no se bajó a contratos, de la que se desconoce sus términos y corre por un carril paralelo.
En rigor la secretaría de Energía subestimó las proyecciones para el invierno, los escenarios más severos que había anticipado la cartera que conduce Eduardo Rodriguez Chirillo estimaban una demanda de 67 millones de metros cúbicos por día, muy por debajo de los 80 millones de metros cúbicos efectivamente requeridos por día. A esto se sobreimprime las demoras para avanzar con las obras de reversión del Gasoducto Norte y la finalización de las plantas compresoras para duplicar la capacidad de transporte del Gasoducto Néstor Kirchner.
En este contexto también Cammesa, la empresa encargada del despacho, debió salir de urgencia la semana pasada a licitar la importación de 12 cargamentos de gasoil y fueloil para reemplazar el gas que utilizan las generadoras eléctricas.
Como sea, las carencias de la planificación y el desacople de la infraestructura respecto al nivel de producción de Vaca Muerta evidencia la paradoja de que en la Argentina de la segunda reserva de gas no convencional del mundo no se llegue a cubrir la demanda.