La selección francesa no logra levantar cabeza desde su eliminación en las semifinales de la Eurocopa contra España. El equipo dirigido por Didier Deschamps sigue buscando soluciones para reencontrarse con su mejor versión, y en ese proceso, la decisión del técnico de dejar en el banco a Kylian Mbappé en el triunfo por 2-0 a Bélgica por la fase de grupos de la UEFA Nations League en Lyon ha sido uno de los puntos más comentados y polémicos.
El ex delantero del PSG, la gran estrella del combinado galo, está experimentando un inicio de temporada complicado. A pesar de haber jugado todos los partidos con el Real Madrid, el goleador solo ha conseguido anotar dos goles en cuatro encuentros, uno de ellos de penalti logrado en el último enfrentamiento ante el Betis.
Además, las sensaciones dentro del campo no son las mejores. Mbappé ha estado jugando como referencia en ataque, una posición que no es la más natural para él y por la que ya se quejó cuando le tocó jugar allí en el elenco parisino, ya que suele desempeñarse mejor como extremo, una lugar ocupado actualmente por Vinicius en el esquema del Madrid.
En el primer partido internacional de septiembre, Francia se enfrentó a Italia. Mbappé jugó los noventa minutos, pero su rendimiento estuvo muy por debajo de lo esperado para un jugador de su talla mundial. Este desempeño mediocre no hizo más que aumentar las críticas en su país natal, donde la afición y los analistas empiezan a impacientarse con el atacante.
Ante este escenario, el técnico Didier Deschamps tomó la decisión de dejar a Mbappé en el banco de suplentes contra Bélgica, correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Naciones. Francia, además de dejar fuera al madridista Mbappé, tampoco contó con Antoine Griezmann del Atlético de Madrid.
Kiki ingresó en el terreno de juego en el minuto 67. A pesar de tener dos oportunidades, un disparo cruzado que se marchó rozando el palo y otro tiro que detuvo sin problemas el guardameta Casteels, no logró marcar. Incluso, el público presente en estadio Groupama de la ciudad de Lyon no dudó en silbar al atacante, según remarcaron los informes franceses de RMC Sports.
Las cámaras y los micrófonos se volvieron rápidamente hacia Deschamps, buscando una explicación a la sorprendente decisión de dejar a su estrella en el banquillo.
En una entrevista con Telefoot, Deschamps justificó la suplencia de Mbappé diciendo: “Marcará goles, tranquilos. Con él siempre seremos más fuertes”. Además, el técnico mostró su confianza en la recuperación del delantero: “Estoy convencido de que en un mes estará mejor. Con nosotros asume plenamente su papel de capitán, incluso cuando no juega. No tengo ninguna preocupación con Kylian”.
A pesar de estas ausencias notables, el equipo logró imponerse por 2-0 con goles de Kolo Muani y Ousmane Dembélé, un triunfo que ha sido calificado como la victoria del “equipo B” de les bleus.
En su columna de opinión, el periodista francés Daniel Riolo consideró: “Deschamps encarna el hecho de que nos aburrimos cuando miramos a la selección de Francia, y Mbappé encarna una pequeña desilusión con este jugador, su carácter, todo lo que ha sucedido durante el año pasado, todo lo que representa en este fútbol que funciona al revés y ya no agrada…”.
“Los dos están unidos. Mbappé salva constantemente el trasero de Deschamps desde el Mundial de 2022. Hoy Mbappé es mediocre, la selección de Francia no es buena”, añadió.
La situación de Mbappé y la defensa férrea por parte de Deschamps abrieron una nueva página en la historia de la selección francesa. Los aficionados y observadores del fútbol estarán atentos a cómo evoluciona el rendimiento de la gran estrella del equipo. Mientras tanto, Francia deberá seguir encontrando la fórmula que les permita recuperar el alto nivel que los llevó a la cumbre del fútbol mundial en períodos anteriores.