Hay quienes dicen que la moda, en algunos casos, es pasajera, toda vez que hay estilos y tendencias que son furor durante un tiempo y que luego se esfuman. Aunque en algunos casos, aparecen con menos frecuencia.
No siempre es posible definir el origen de un outfit o de un accesorio y delinear cómo llegó a mover los cimientos de la cultura urbana. De cualquier modo, en la vorágine cotidiana se pueden observar detalles que ofician como termómetros de las preferencias que predominan en algunas regiones. Aquí, no importa tanto la procedencia o el recorrido, sino lo que genera en las personas.
En ese sentido, por estos días, en las concurridas calles de urbes argentinas como la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba, una nueva dinámica ha capturado la atención de transeúntes y curiosos: personas de todas las edades pasean con un peculiar adorno de patitos amarillos en la cabeza.
Particularmente en zonas porteñas como el Barrio Chino y en Belgrano, e incluso en los alrededores de la Feria del Libro, se pudo observar esta tendencia. El origen de estos patitos es incierto, pero las teorías sugieren que su popularidad puede estar vinculada a influencias culturales de Japón, especialmente del anime, donde personajes a menudo llevan objetos adorables en la cabeza. A pesar de su aparición reciente en Buenos Aires, los patitos amarillos también han conquistado Córdoba y otras latitudes argentinas.