Los comicios legislativos en la ciudad de Buenos Aires serán interpretados en clave nacional y redefinirán las relaciones de fuerza entre los principales partidos políticos
Este domingo los porteños elegirán a los nuevos 30 diputados que ingresarán en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, qué candidatos pasarán a ocupar una banca y cómo quedará la relación de fuerza entre los bloques serán datos casi anecdóticos. El verdadero resultado de la elección se medirá en otros términos, con lecturas en clave nacional o con proyecciones para las próximas elecciones a jefe de Gobierno.
La elección de CABA tomó una dimensión inesperada y algunos analistas incluso la calificaron como la nueva “madre de todas las batallas”, una expresión históricamente reservada para los comicios bonaerenses. Otros señalaron que se convirtió en una suerte de PASO que definirá la relación de fuerzas entre el PRO y La Libertad Avanza.
Ambos enfoques coinciden en que los principales protagonistas de la contienda son los partidos que buscan representar al electorado que va desde el centro a la derecha extrema. Incluso a pesar de que el peronismo tiene chances reales de quedar en primer lugar gracias a la fragmentación de sus rivales.
La cruda disputa de poder entre LLA y el PRO
El jefe de Gobierno Jorge Macri decidió en tándem con su primo, el ex presidente Mauricio Macri, adelantar la elección para cortar el efecto arrastre de las boletas nacionales (temían a figuras taquilleras como Karina Milei o Patricia Bullrich) y capitalizar la marca PRO en el distrito que controlan hace 17 años. Al mismo tiempo, nunca renunciaron a la idea de llegar a un acuerdo electoral con los libertarios.
El Gobierno, en cambio, hizo otra lectura. Jugó a fondo con la candidatura del vocero presidencial Manuel Adorni y apuntaló la campaña con un rol protagónico de Javier Milei y la Secretaria General, Karina Milei. Nacionalizó el discurso al máximo con promesas de aplicar las mismas políticas (motosierra) a nivel local y convirtió los comicios en un plebiscito de la gestión de Milei.