Un obispo defendió el rol de la Iglesia en medio de las críticas por los cánticos partidarios en las misas

El obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, se refirió hoy al rol de la Iglesia en medio de las críticas por los cánticos partidarios en las misas y las advertencias del arzobispo Jorge García Cuerva y del presidente de la Conferencia Episcopal, Oscar Ojea. “Pareciera que como no hay oposición, nosotros somos la oposición, como si molestara; estamos haciendo lo que tenemos que hacer”, sostuvo el religioso.

Entrevistado en Radio 10, García destacó la convocatoria para la eucaristía programada para mañana, miércoles, en el Santuario de la Virgen de Caacupé de Ciudad Evita, La Matanza, para reconocer el trabajo de las mujeres en los comedores.

“La realidad mata el relato; hay que bajar a la realidad, mirar a la gente, preguntar, ver qué les está pasando”, indicó el obispo de San Justo, y amplió: “Estamos en un momento crítico, se acentúa lo crítico, quizá, por el tema de las redes”.

En esta línea, justificó la decisión de la Catedral Metropolitana de abrir sus puertas e instalar una larga mesa para darles de comer a numerosas personas, que tuvo lugar a principios de mes, en medio del escándalo por los alimentos no entregados por el Ministerio de Capital Humano. “A veces la estupidez humana llega a límites insospechados”, señaló.

“Que la Catedral abra para darle de comer a la gente que se ha juntado me parece perfecto y no tiene que escandalizar a nadie, es lo que tenemos que hacer”, añadió.

Con relación a la misa que se realizará mañana, Ojea se pronunció en las redes sociales el pasado fin de semana. “No queremos que algo tan propio del ser humano, que no pertenece a ningún sector político en particular, sea usado de ningún modo”, sostuvo, y confirmó: “No pensamos invitar a ningún político a esta Misa”.

En esta misma línea de críticas sobre el uso político y los cánticos partidarios en las misas, monseñor Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires, ofreció una dura homilía donde sostuvo que “la eucaristía es algo sagrado; no está bueno usarla para dividir, para fragmentar, para partidizar”.

En su ceremonia, apuntó directamente al incidente que tuvo lugar el viernes 14, durante otra ceremonia en la parroquia Inmaculado Corazón de María, en Constitución. Durante la misa, presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carraramilitantes que estaban presentes en el templo empezaron a corear “La patria no se vende”, consigna dirigida contra la política del actual gobierno.

La misa estaba dedicada a la memoria del padre Mauricio Silva, detenido desaparecido desde 1977. Lo sucedido motivó posteriormente un comunicado de disculpas del propio Carrara, la advertencia realizada por Ojea y, finalmente, la fuerte crítica al hecho por parte de García Cuerva.

“La misa es algo sagrado, porque está en las entrañas más profundas de la fe de nuestro pueblo -sostuvo el Arzobispo de Buenos Aires-. Aquí venimos a alimentarnos de unidad, de fraternidad, de paz. Por eso no está bueno usar la misa para dividir, para fragmentar, para partidizar. No está bueno usar la misa para que terminemos separados como hermanos”.

Y, en directa referencia a lo que consideró una utilización partidaria de una ceremonia religiosa, el Arzobispo de Buenos A agregó: “Tampoco está bueno contar con la buena fe de quienes participan de la eucaristía o de los sacerdotes a los que se invita a presidirla para que después pase lo que ha pasado en estos días, como le ha pasado ayer a monseñor Gustavo Carrara. Por eso la misa es algo sagrado. La misa es para unirnos, para hacernos hermanos”.

De este modo, se estaba también refiriendo a un episodio anterior, el del pasado 9 de junio, en la iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal, cuando una misa celebrada en memoria de Nora Cortiñas, miembro de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y de Víctor Fernando, hijo de Adolfo Pérez Esquivel, quienes fallecieron el 30 de mayo, fue interrumpida por consignas política partidaria.

Esta reiteración motivó no sólo la homilía de esta tarde por parte de la máxima autoridad de la Iglesia en la arquidiócesis de Buenos Aires, sino también la reacción de Gustavo Carrara, quien inmediatamente después de la misa, envió un comunicado en el que, además de contextualizar el hecho (“Antes de la bendición final, fui sorprendido por una señora que empezó a cantar ‘la patria no se vende’, y muchos de los presentes en el templo continuaron el canto por un minuto”), decía también: “Como celebrante principal asumo la responsabilidad, y pido humildemente disculpas al que pudiera sentirse ofendido por el mismo (el hecho que se produjo al final de la Misa)”.

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